Un diagnóstico es dinámico ya que depende de un proceso en continuo cambio, en el cual, se intentan dar cuenta de las imágenes de futuro de una organización, a partir de construcciones discursivas de sus actores, sus prácticas e imaginarios conectados con las condiciones de vida y de existencia de cada uno de ellos. Además, a partir de las diferencias, características de las distintas situaciones, se reconoce el entramado y las relaciones que se dan entre distintos actores y la forma en la que estos se constituyen comunicacionalmente.
Comprendemos también, que este diagnóstico es intrínseco a todo el proceso de planificación prospectiva.